LAVATIVAS PARA HOMBRE - USAR UN ENEMA
Las lavativas para hombres es un paso esencial para cualquier individuo que quiere limpiarse antes del sexo anal. Con un poco de cuidado y conocimiento, puedes hacer que la preparación para el sexo sea fácil y libre de estrés.
Las lavativas funcionan por medio del lavado con agua a través del colon para ayudar a limpiar cualquier residuo que aún podría haber quedado, incluso después de usar el baño.
Esto ayuda a asegurarte de que tus canales estén limpios y listos antes de que empiece la diversión.
La herramienta más común utilizada para las lavativas para hombres son los enemas. Esto es típicamente un depósito de bulbo de agua conectada a un tubo insertable.
Consejo Pro: Lo mejor es usar un poco de lubricante en el tubo de enema para evitar molestias. Simplemente lubrica el enema y la entrada de tu trasero. Esto hará que las cosas sean mucho más fáciles.

COMO USAR UN ENEMA ANAL ANTES DEL SEXO ANAL
¿Entonces quieres usar un enema pero no sabes por dónde empezar? Estamos aquí para brindarte información general y enseñarte cómo usar un enema anal por primera vez.
Si aprendes a usar un enema anal y practicas una higiene adecuada antes de tener sexo anal, ¡te encontrarás con el sexo más limpio que jamás haya tenido!
No puedo enfatizar cuánto usar un enema puede mejorar el sexo anal. ¡Así que mi consejo es probar una lavativa!
1. Elije un enema anal de grado médico.
Es importante que tu enema sea cómodo de usar y esté hecho de materiales seguros para el cuerpo.
2. Ve al baño naturalmente.
Antes de usar tu enema, desearás limpiar tu sistema de forma natural. Cuando uses el baño, asegúrate de tomarte su tiempo e intentes forzarlo.
3. Lave la entrada anal.
Puedes limpiarte fácilmente en la ducha con un dedo y un poco de agua tibia y jabón suave. Desearías asegurarte de que el área de entrada esté limpia antes de usar tu enema.
4. Llena la bolsa con agua a temperatura ambiente.
Para llenar tu enema, retira la punta del enema para acceder al orificio en la parte superior de la bombilla. Asegúrate de que el agua no esté demasiado fría o demasiado caliente: el agua a temperatura ambiente funciona mejor. Cuando se llena el enema, vuelve a colocar la punta.
5. Inserta la punta lentamente, aproximadamente a la mitad del interior.
Desliza suavemente la punta del enema para que quede aproximadamente una pulgada adentro. Recuerda ir despacio y aplicar más lubricación si es necesario. Al insertar, lo mejor es hacerlo sobre un inodoro.
6. Comprima el bulbo del enema lentamente y permite que el agua fluya hacia adentro.
A medida que comprimes el bulbo del enema, el agua comenzará a fluir hacia el interior. Esta puede ser una sensación muy extraña. Es mejor relajar el abdomen y permanecer sobre el inodoro mientras dure este paso.
Dependiendo de la profundidad que desees limpiar, puedes aplicar múltiples bombillas de agua por descarga. Cuanta más agua uses, más profundo limpiarás.
7. Continúe presionando la bombilla y no la sueltes.
Es muy importante que NO sueltes el bulbo del enema después de presionarlo completamente. La diferencia de presión hará que el agua sucia regrese a la bolsa. Eso sería malo.
8. Retira lentamente el enema.
Con la bombilla aún comprimida, retira el enema. Probablemente sea una sensación extraña, a medida que deslizas la punta hacia afuera. Intenta relajarte y moverte lentamente.
9. Permite que el agua repose dentro de uno a tres minutos.
Darle al agua suficiente tiempo para sentarse permitirá que cualquier residuo sobrante se ablande. Se paciente y permite que el agua haga su trabajo.
10. Sobre el inodoro, empuja el agua.
Libera el agua y los residuos restantes, tal como usarías el baño normalmente. Tómate tu tiempo y evacua el agua restante.
Repite este proceso una o tres veces más.